En el aula de 3 años hemos variado los grupos de trabajo y ha llegado el caos. No encontraban su sitio y se dieron momentos de confusión, sorpresa, enfado, risas,…
De esta manera aprendemos poco a poco a controlar las emociones que nos producen los pequeños cambios de la vida cotidiana y a esta edad no es tan sencillo como parece.